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Este año tuvimos el privilegio de regalarnos este espacio de reflexión y de estudio para mujeres en nuestra comunidad.
¿Otro espacio femenino?, nos preguntamos. Y nos preguntaron también; ¿por qué no? la respuesta.
Teníamos necesidad de un momento para mujeres, para recrear la experiencia de compartir entre nosotras y con otras. Conocer y redescubrir mujeres de los textos y figuras femeninas que nos interpelan en nuestro presente con las mismas sensaciones y emociones en sus búsquedas.
Generamos un espacio donde compartir historias que nos dieran las herramientas para poder incluirnos hoy en el debate, en el intercambio entre hombres y mujeres. Descubrimos juntas de prejuicios y preconceptos, entendiendo que las mujeres a través de la historia de nuestra tradición sostuvieron, acompañaron, pero también atravesaron momentos de transformación, de liderazgo. Permitiendo de este modo definir la identidad de nuestro pueblo.
Así, quincenalmente los lunes, nos encontrarnos de manera presencial para reflexionar, ahondar y enriquecernos con maravillosas mujeres como nosotras, que tuvieron y tienen más de un mensaje o herramientas para que hoy utilicemos nosotras y valoremos de su esfuerzo y coraje.
En cada relato, en cada encuentro en Nefesh, alguno de nuestros personajes femeninos nos habla, nos interpela, nos cuestiona y nos ayuda a vernos en ellas.
Intercambiar miradas desde distintas perspectivas conectándolas con nuestros días, oxigena nuestro modo de ver el mundo –en comunidad- transforma la esencia, nos saca de la modorra y de la comodidad de seguir tal cómo deberían ser las cosas.
Somos protagonistas de este tiempo y queremos participar de ello. Somos mujeres comprometidas para comprender la importancia de la transmisión en nuestro pueblo. Este formato nos eleva y alimenta nuestro espíritu como una caricia al alma.
Esperamos que en el 5783 podamos sumar más mujeres en el “encuentro” para que logremos vernos reflejadas, ampliando la cadena milenaria femenina.
